Mar de infelicidad
La vida política venezolana parece estar en una fase de tedio y desgano entre un gobierno sin ánimos ni futuro y una oposición que luce despistada y flotando en el espacio.
No cabe duda de que todo eso que se inició hace un cuarto de siglo con ciertos bríos y entusiasmo se ha quedado sin fuelle ni aliento.
Al inicio existió un caudillo carismático que encendió entusiasmos y pasiones, tanto favorables como negativas, y que prometió recrear una nación con nuevos horizontes. Pero todo aquel show quedó sepultado con él.
Ahora apenas quedan el cansancio y el hastío, las frases y consignas gastadas y repetidas, y una triste y cansona realidad que tan solo resume, subraya y multiplica exponencialmente todos los males que han afligido a la sociedad venezolana durante toda su existencia.
Lo único que........
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