Cuando la amenaza también lleva tacones: rivalidad femenina y el precio de no apoyarnos
En los espacios de poder de la política, la academia, la empresa, las mujeres enfrentamos una verdad incómoda: los ataques más duros no siempre provienen de los hombres. A menudo, surgen desde nuestras propias filas.
No hablo de competencia sana ni de desacuerdos profesionales. Me refiero a una violencia sutil, pero persistente: rumores, descalificaciones, exclusiones. Un tipo de sabotaje que erosiona el liderazgo femenino desde dentro.
He acompañado a mujeres en su proyección pública, y en muchos casos el mayor obstáculo no ha sido el machismo evidente, sino la deslegitimación entre pares. En ambientes donde deberíamos encontrarnos........
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