Virtudes del aspiracionismo chairo
Ser un empresario, incluso un empresario exitoso, es una chinga. Por supuesto que puedes alcanzar una calidad de vida espectacular, pero hay que someterse al estrés de la competencia; trabajar muchas horas; pagar impuestos; solventar la nómina de tus trabajadores cada maldita quincena; lidiar con el IMSS; a veces, someterte a la extorsión sindical o, directamente, a la del crimen organizado; arreglarte con el funcionario en turno para los papeles, etcétera. Incluso si heredas la empresa o empresas de tu padre o tu madre, el sacrificio es, en fin, grande.
Asà que, si quieres viajes lujosos, aviones privados, súper restaurantes y un puro de buena calidad en un yate, tienes que elegir el camino escarpado. O, para más precisión, tienes o que hacer........
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