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La hora cero

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14.12.2025

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Raro que María Corina Machado, en la conmovedora ceremonia en la que su hija recibió en su nombre el premio Nobel de Paz, solo se hubiere dejado ver en compañía de dos colombianos no propiamente ilustres: el perseguidor ex subpresidente Duque y la tediosa cotorra Marta Lucía Ramírez. Aquí muchos creíamos que en esa cumbre improvisada de la perfumada derecha universal brillarían el apacible Álvaro Uribe Vélez, el muy leal Juan Carlos Pinzón, la paracaidista Íngrid Betancourt, el inefable Andrés Pastrana y, por supuesto, otros goditos y lagartos. Tampoco se conoce una sola declaración de la líder opositora caraqueña ni en contra ni a favor de uno solo de nuestros dirigentes, salvo su referencia a que su país está invadido por chinos, rusos, cubanos, hezbolá y la guerrilla colombiana.

Al presidente Petro no le gustó que premiaran a Corina, pero como es su estilo, quedó mal con todos, incluido su examigo Maduro. Esas relaciones nunca fueron buenas ni confiables, pero hoy saben a divorcio. Cuando ambos mandatarios literalmente están en la cuerda frágil de las relaciones........

© El Espectador