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Los de los libros

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A comienzos del año 2000, los paramilitares comenzaron a tomarse la Universidad de Córdoba. Se trataba de una estrategia de “inteligencia” para detectar guerrilleros, de un negocio para lograr recursos extras y de sus esfuerzos por el dominio social. “Lo hicimos porque era un sitio donde se negociaban los secuestros y donde se impartía una ideología tendenciosa hacia el fenómeno guerrillero… No podíamos permitir el adoctrinamiento de los muchachos”, dijo Mancuso en Justicia y Paz.

Rápidamente lograron infiltrar a uno de sus colaboradores en el Consejo Estudiantil, presionar a los miembros del Consejo Superior y nombrar un rector obediente. Directores regionales del CTI y hombres de la Sijín sirvieron de “enlaces” del Estado para completar la estrategia de terror y control. 17 personas fueron asesinadas en seis años de infiltración en la universidad.

Algunos jóvenes cercanos a los paras........

© El Espectador