La fiesta inolvidable
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He sobrevivido a la boda de mi hija en Nueva York. Contra todo pronóstico, ella tuvo la generosidad de invitarme. Pensé que no me invitaría. No hace mucho me escribió un correo diciendo que estaba cansada de ser mi hija. Cuando escribió estoy cansada, quiso decir estoy decepcionada, o estoy frustrada, o estoy harta. ¿Por qué se había cansado de ser mi hija? Porque soy un padre desastroso, un padre ausente. Si bien he pagado toda su educación y todos sus gastos mientras ella cursaba estudios en una universidad privada de Nueva York, no he asistido a sus graduaciones del colegio ni de la universidad, no he participado en sus fiestas de cumpleaños, no he viajado con ella en los últimos veinte años y no hemos compartido las fiestas de Acción de Gracias y de Navidad. Por eso pensé que no me invitaría a su casamiento. Por suerte, me equivoqué. Además de invitarme, convidó también a mi esposa y a mi hija adolescente, dándome una lección de buenas maneras y amor a la familia.
Tenía miedo de viajar a Nueva York para acompañarla en su matrimonio. Desde joven he sido renuente a participar en esos eventos sociales. No me gusta asistir a una boda, prefiero acudir a honras fúnebres. Me he permitido la desfachatez de faltar a todas las bodas de mis hermanas y mis hermanos, ocho matrimonios en total, todos religiosos. No participo de esas celebraciones porque la felicidad desmesurada y la imprudente fe en el amor me provocan una tristeza profunda que, supongo, nace de la envidia. Como no voy a casamientos, ya nadie me invita cuando se casa. Yo mismo me he casado en dos ocasiones, y la verdad es que me costó bastante trabajo presentarme a la hora señalada, acompañado de la novia, en el despacho del juez. A punto estuve de cancelar la formalidad legal y salir corriendo, como si huyera de un incendio. Mi primer matrimonio duró cinco años y nos incineró a mi esposa y a mí. El segundo lleva quince años felices y sigue en pie. En ninguno de esos enlaces hubo ceremonia religiosa, pues soy agnóstico, ni fiestas para festejar el amor,........





















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