¿A la deriva?
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El reciente discurso que se fajó Trump en la ONU tiene esa combinación de risible y siniestro que es una de sus marcas de fábrica (aunque no, por desgracia, exclusiva). Poco antes había declarado una guerra —rechazada por toda la comunidad científica— al Tylenol, una forma de acetaminofén usado con frecuencia por mujeres embarazadas. Lo hizo secundado por su flamante líder del sector salud, Robert Kennedy Jr., según el cual el Tylenol produce autismo. Lo mismo que las vacunas y que el flúor en el agua. Todas estas, teorías comprobadamente estúpidas y dañosas. ¿Quién le temerá al Tío Sam cuando exhiba una sonrisa supuestamente temible pero llena de caries?
Aunque es mejor no intentar bromas a costa del actual equipo dirigente de los Estados Unidos. La cosa pinta más que seria. Aquí sí que funciona la conocida metáfora del parque zoológico. Si un mico de pronto cae en un estado de sobreexcitación, eso es preocupante. Si el gran gorila........
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