Las cuatro estaciones
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Caigo en cuenta, de repente, de que todos los seres humanos tenemos un mismo común denominador interior: los temas de los que hablamos y los intereses, según la edad, son todos semejantes, sin importar raza, posición social, economía, nacionalidad, religión o ideología. Voy a tratar de explicarme.
Primavera. Hablamos de amor. Descubrimos los primeros besos. Sentimos mariposas en el ombligo. La vida deja de existir si “él o ella no están”. Nos sudan las manos. Tenemos pavor al rechazo. Sentimos celos feroces. Ansiamos aislarnos de los padres, ser independientes. Escondemos fragilidades. El futuro es algo lejísimo y no pensamos en él. Los mayores son “jartísimos y hablan bobadas”. Sentimos envidia, queremos coger el cielo con las manos. Todo es posible. Nada nos detiene. Deportes, aventuras, chismes, curiosidades “pecaminosas”, rabietas repentinas. Descubrimos la amistad incondicional. Imperan........
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