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Marketing de la opinión pública

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27.10.2025

Walter Benavides Antia

La palabra “opinión” viene del latín opinio y significa “acción y efecto de formar un juicio”. Primero en Grecia y luego en Roma, el concepto de “opinión” se remitía únicamente al diálogo que establecían los notables de la polis, y luego en el senado, quedando el resto de la población marginada de la deliberación sobre los asuntos públicos. No existía entonces un “diálogo” sobre lo público en el sentido democrático que le atribuimos hoy. Esta marginalidad cambia a finales de la Edad Media, cuando aparece la imprenta de Gutenberg (1440), convertida en un instrumento poderoso tanto para la propaganda como para la censura.

Es Nicolás Maquiavelo (1469-1527) quien le señala a su Príncipe la necesidad de mantener al pueblo a su favor, a través del control de la Opinión Pública (OP). Le explica que gobernar implica “entender las actitudes del pueblo”, debiendo ser formadas o reformadas (por él), cuando fuese necesario. John Locke (1632-1704), elevó la OP a Ley, semejante a la ley divina y la ley estatal, erigida como juez de virtudes y vicios de los gobiernos. Pero es Bauman (1925-2017), en su “modernidad líquida”, quien muestra que la OP se ha vuelto fragmentada y volátil. En lugar de existir un espacio público sólido donde se forman opiniones razonadas a través del debate (como el ágora griega), Bauman ve un enjambre de representantes y voces desconectadas (parlamentarios, diputados y concejales). Súmele a lo anterior, las redes sociales y los medios de comunicación que, durante todo el........

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