“La genética propone, la vida dispone”
Padre Pacho
Hoy sabemos que la salud no depende únicamente de la herencia genética. Aunque nacemos con una carta marcada por nuestros padres, los estudios demuestran que el 80% de las enfermedades que padecemos están relacionadas directamente con nuestro estilo de vida, mientras que solo un 20% obedece a la genética. Esto significa que no somos esclavos de nuestros genes: somos arquitectos de nuestra salud.
La clave no está en fórmulas mágicas, sino en volver a los pilares esenciales de la vida: El primero de ellos es el movimiento. El ejercicio no es solo estética ni disciplina deportiva; es verdadera medicina para el cuerpo. Con tan solo media hora de actividad física al día, reducimos de forma considerable el riesgo de muerte prematura y ganamos vitalidad. El sedentarismo, en cambio, actúa en silencio, pero sus efectos son tan dañinos como los de cualquier adicción.
El segundo pilar es la nutrición. Somos lo que comemos, y cada plato que servimos refleja tarde o temprano el futuro de nuestra salud. Una alimentación rica en frutas, verduras, proteínas de calidad y grasas saludables no solo aporta energía, sino que también protege nuestras células y........
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