Mientras más insistimos en que alguien haga algo, más resistencia encontramos. Esto ocurre tanto en el hogar como en el trabajo: una mamá que pide a su hijo ordenar el cuarto, o un jefe que da instrucciones a su equipo, puede enfrentarse a la desobediencia, evasión o rechazo. Esto más que simple rebeldía, es un fenómeno conocido como reactancia psicológica.

La reactancia es una respuesta emocional que aparece cuando una persona percibe que su libertad está siendo limitada o amenazada. Frente a una orden autoritaria, el individuo siente que pierde autonomía, y esto activa una reacción casi instintiva de resistencia. Incluso cuando las indicaciones sean completamente razonables.

Este fenómeno se presenta desde la infancia hasta la adultez. Un niño al que se le dice “hazlo porque yo lo digo” probablemente se resista. De forma similar, un empleado que recibe instrucciones sin poder opinar puede resistirse pasivamente, aplazando tareas o cumpliéndolas de mala gana. El problema no está en la instrucción en sí, sino en cómo esta afecta la percepción de autonomía.

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