Moraleja. Cuentos Parroquiales. Cuentos Territoriales
Se dice que la moraleja es un final esperado o inesperado de un cuento narrado con la intención de dejar una enseñanza o fijar un propósito como corolario capaz de llamar la atención. Asombra cuando es pertinente, causa hilaridad cuando se fantasea a sabiendas de su verdad. No todo cuento es sinónimo de certeza ni toda certeza se vuelve cuento.
Los pobladores de la parroquia, espacio reducido distante de la universalidad en forma, pero no en fondo, llaman la atención, cuando al final de la narración afloran lágrimas de tristeza o de alegría, según sea el burro que lo interprete, por eso aquello del pensamiento intrínseco -“conocete a tí mismo luego a los demás”- del portentoso Sócrates, poco citado en estas narrativas, no por ello deja de ser un filósofo de talla mundial, comparándose en los territorios, solo con Pele, donde pensar se hace a las patadas.
Colígase de lo narrado la inexactitud del soplo divino, para crear el mundo, siendo Adán un macho alfa y Eva una hembra siempre dispuesta para el........
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