menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

ESPEJISMO DE PODER

2 0
28.07.2025

Un saludo fraterno, y mi más sincero deseo de pronta recuperación para Luis Miguel Cárdenas Villada. Es un honor, y asumo con placer el rol de ser nuevamente su cirineo retórico, buscando emular esa insumisión objetiva que tanto valoro en su pluma.

jcrg.emperador@gmail.com

La historia, cruel maestra, enseña que la riqueza y el poder, cuando se enredan en las garras de una codicia desmedida, han sido la raíz de insondables desigualdades, conflictos bélicos y ruina para las naciones. El 2026 convoca a una decisión trascendental: votar desde el utilitarismo más práctico, ese que exige evaluar con lupa si los postulantes pueden, en efecto, forjar un bienestar palpable para la gran mayoría.

La tarjeta electoral no puede ser el depositario de odios personales, arribismos políticos desmedidos entorno a ideologías inexistentes, discursos vacuos o, peor aún, la incoherente radicalización emocional. La elección debe brotar de una conciencia libre, anclada en la verdad de una realidad medible e inexorablemente visible.

La contienda actual, entre un gobierno y una oposición, parece un sainete de despropósitos. Los unos subestimaron la monumental complejidad de gobernar, careciendo quizás de los timoneles adecuados, o porque no decirlo, y esto es una convicción popular en territorios, no se le brindó la oportunidad a los más idóneos que han luchado al lado del mandatario vencedor. Los otros, en su papel de opositores, demostraron una insospechada ineficacia, provista de errores y desaciertos.

Estas orillas desmedidas, que se repelen mutuamente, han dinamitado el anhelado acuerdo nacional y la tan ilusa “paz total”. La oposición, en su persistente búsqueda del fracaso gubernamental, crearon un monstruo al que el pueblo, ya no le teme.

Es un trago amargo para muchos admitir que insumisos de la talla de Petro, Francia Márquez, indígenas y otros, sean quienes hoy dirigen los destinos de la nación. Una oportunidad, por unos malograda, por otros, astutamente aprovechada. Pero la realidad es innegable: perdieron, y esa derrota, que ya es parte del imaginario popular, puede repetirse, por más que........

© El Diario