Cuentos de politíca. Cuentos Territoriales
Parodiando a Esopo, humorista y filósofo griego, se propone este cuento a punta de lengua, órgano universal que explica de manera clara y acertada todas las actuaciones de los pobladores en procura de diseñar un modelo de ocupación contentivo de atributos y dimensiones, pretendiendo con ello armonizar el territorio que habitan.
La carreta, la botada de corriente o el discurso erudito tienen como centro de difusión, la lengua, más conocida como “la sin hueso”. Con ella se explica todo lo que se quiere afirmar o negar cuando de caracterizar un territorio se trata: “Nadie es eterno en el mundo” se afirma a través del universal órgano. Hasta señar implica un ejercicio lingüístico comunicativo con el fin de establecer relaciones, aun múltiples entre seres vivos; las plantas y los animales se comunican por arte de las señas, siendo la fotosíntesis el indicador de vida. Un hombre, mujer o diversos conquistan con la legua, por eso aquello de peinarse con la sin huesos.
Este flamante órgano sirve para transmitir ideologías como también realidades: la lengua es a curas, políticos y abogados, que desde pulpitos, tarimas o estrados difunden lo preestablecido, para convencer o engañar, dependiendo del pueblo que los escuchan, alaban, juzgan o eligen, cuando de política electoral se trata. Hablar popo o parlar embustes es sinónimo de político avezado. Declamar versos o plantear encíclicas hace palpable al más lenguaraz; convencer a jueces o viceversa, es condición innata de abogados portentosos sin que para ello prime lo sensato, lo evidente o lo verdadero.
Los literatos, filólogos, poetas, cuenteros, oradores y demás especímenes utilizan a sus anchas el preciado órgano, obteniendo exaltaciones que a veces no se merecen; la lengua también sirve para expresar lo que no se siente o sino pregúntenle a los plagiarios. Tener la lengua de una serpiente comporta el sentir chismoso. Por hablar no se cobra,........
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