EL SALARIO ABUSIVO DE LOS CONGRESISTAS, EL REGALO DE JUAN MANUEL SANTOS Y LA INCOHERENCIA DE PETRO
Mientras el salario mínimo apenas supera el millón seicientos mil pesos (Incluído auxilio de transporte), un congresista recibe mensualmente más de 52 millones. Esta cifra no solo representa una brecha abismal en un país con profundas desigualdades, sino que se sustenta en una arquitectura normativa compleja y resistente al cambio que fue profundizada por el decreto 2170 de 2013 y que “regaló” a los congresistas y altos funcionarios del estado una prima que en 2013 era de casi 8 millones de pesos.
El decreto fue presentado como un intento de corregir desequilibrios con otros altos cargos del Estado y terminó consolidando un privilegio salarial que en más de una década ningún presidente se ha atrevido a derogar. A pesar de que Iván Duque prometió en su posesión hacer cumplir la consulta anticorrupción que reducía el salario de congresistas y Gustavo Petro y los congresistas del Pacto Histórico llegaron al poder con promesas de austeridad y reducción de sus salarios, lo cierto es que el Decreto 2170 sigue vigente y blindado por la propia institucionalidad.
Reducir este salario resulta sumamente difícil por múltiples razones. En primer lugar, el artículo 187 de la Constitución establece que su asignación se ajusta anualmente según el promedio del incremento salarial de los servidores del Gobierno Central. Esto crea un sistema automático de aumento que escapa al debate público y que requiere una modificación a la Constitución. En segundo lugar, muchos otros cargos de alto nivel están indexados al salario de los congresistas, lo que convierte cualquier intento de reducción en una amenaza para........
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