Julián Cárdenas Correa

Me agradan muchas publicaciones en la red X cuando inician con la frase “Vengo del futuro y…”. Esa frase tan elemental, graciosa por demás, es un ejercicio de prospectiva simpático; pero que por algo conecta con quien la lee.

Algunos de los “vengo del futuro y…” que pocos quieren reconocer, pero que podríamos apostar a que son ciertos, son de este tipo: “Vengo del futuro y vi que Europa es totalmente musulmana y con ello dejó de ser liberal y progresista”. Obvio, no hay que leer a Oriana Fallaci, para saber que esa religión fomenta el odio contra el contrario y que, dado que Europa tiene cada vez más población de esa religión, ese futuro no es para nada halagüeño.

Otros de los “Vengo del futuro y…” que difícilmente estará errado es el de “Vengo del futuro y vi cómo la ausencia de natalidad y la conformación de familias sin hijos, sólo con mascotas; nos llevó al borde de la extinción”. Así duela u ofenda, esa es una sentencia, no una opinión.

Recientemente se han publicado algunos datos para Colombia que podrían ayudarnos a redactar un “Vengo del futuro y sé que pasó x o y…” y ese “x o y” son muy grises. Quisiéramos hablar siempre del futuro en términos positivos, pero no leer los siguientes datos como determinantes de un futuro complejo, sería pecar de tontos:

“El 43% de los jóvenes en Colombia deciden no entrar a la universidad”. “Colombia, con la tasa de nacimientos más baja que el promedio mundial, dice la ONU”.........

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