Mirarnos el ombligo.
La IA de Google define la actitud de mirarse el ombligo como “una expresión coloquial que significa tener una actitud egocéntrica y autocomplaciente”. Aunque no soy quién para cuestionar a nadie, creo que este espacio me permite por lo menos sugerir reflexiones que, según mi humilde y poco importante criterio, son necesarias porque es probable que, como pereiranos, estemos mirándonos el ombligo.
Mirarnos el ombligo es creer que sólo pavimentando vías se mejora la competitividad de la ciudad. Si bien es cierto que es clave mejorar la infraestructura, estamos a años de lograr lo que debería ser la infraestructura suficiente y necesaria para la ciudad.
Mirarnos el ombligo es creer que siete u ocho indigentes consumiendo alucinógenos un día cualquiera entre semana, en pleno centro de la ciudad, a tres cuadras de la Alcaldía y a tres cuadras de la Gobernación y a una hora pico, no es un problema de todos.
Mirarnos el ombligo es creer, con indiferencia, que en Pereira sólo se matan entre “malos” y que por ende ese problema no es del resto de pereiranos. La estadística es eso, estadística, mientras en esos ajustes de cuentas no se de una situación que tengamos que lamentar en la que, por accidente, balas perdidas terminen afectando a pereiranos de bien. Dios no lo quiera.
Mirarnos el ombligo es creer que, atacando el modelo de concesiones, a las Autopistas del Café, y a la IP Centro (Sin buscar consensos), es como vamos a lograr mejorar la infraestructura. Mirarnos el ombligo es no estar viendo el fracaso de las Vías del Samán y, aún así, creer que es esa la vía que debemos transitar.
Mirarnos el ombligo es, por ejemplo, no ver que la ONU reconoció a Manizales hace unos días como la mejor ciudad para vivir en América Latina por su avance en sostenibilidad urbana, cultura ciudadana........





















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