ESCAMPAVÍA
El motivo y la razón.
La propuesta de construir un nuevo aeropuerto en el Valle de Risaralda, alternativatan descabellada que reduciría los pasajeros en más de un 30%, alejaría la pista, a sus actuales usuarios, a 50 kilómetros, lo que desviaría pasajeros a Armenia o Palestina o
Cartago y dificultaría e incrementaría el costo de acceder al mismo, no solo por la lejanía, sino dados los continuos trancones en las vías a Cerritos y La Virginia, este esperpento aparece, y no por coincidencia, con la terminación de la leonina concesión en la que Pereira y el estado aportan: el terreno, la pista, la torre de control, los ILS (sistema para facilitar el aterrizaje), las ayudas del lado aire y los pasajeros, es decir un negocio en el que los unos, nosotros, aportamos el 90% de los activos, en una asociación en la cual solo recibimos el 10% de las utilidades, mientras que el privado, que aportó el terminal, el 10% del nuevo patrimonio, se embolsa el 90% de los rendimientos, del que otrora fuera orgullo y fruto el civismo pereirano.
La absurda propuesta que nos ocupa, hecha sin un análisis detallado de la demanda, y de supuestos no demostrables sobre el futuro de la tecnología de la aeronavegación, para que la ciudad opte por una alternativa discutible, por su urgencia, como es la de la prolongación de la concesión leonina, para que construya una prolongación de la pista, adicional a la que se realizó con nuestro esfuerzo, diseño y trabajo, “sin fuerza extraña que agradecer”, obra que, de demostrarse su imperiosa necesidad, los nuestros harían sin necesidad de que, como lo predijimos, termináramos entregando a perpetuidad, lo que nuestro era.
El dueño de la APP se encuentra ante el compromiso de regresar el aeropuerto a la ciudad por la terminación del acuerdo, dado que el número de pasajeros, triplicó aquellos sobre los cuales se pactó el ruinoso negocio para la ciudad, generando unas utilidades de tal magnitud que se cumplió una de dos causales de terminación de la asociación, y por ello busca el apoyo con manifestaciones tan discutibles como aquella que Pereira no es capaz de administrar su aeropuerto y sus obras públicas, cuando ha demostrado que si se puede, como pudo hacer el Mega Cable, o la prolongación de la pista actual, o la construcción de sus estadios y avenidas, o aquellos tiempos cuando la Sociedad de Mejoras hacía sin pedir recibo, todas ellas, sin una APP,........





















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