OTRA VEZ
Sí, una vez más es necesario aludir a los fenómenos y hechos ocurridos a nuestro alrededor, en variadas ocasiones cargados de censura y de expresiones negativas, respecto de quienes las realizan o de aquellas personas sometidas a la opinión agresiva o de maltrato, sin haberse indagado sobre la evidencia de lo efectuado o las razones por el origen del acontecer. Son los casos donde el complejo, árido y justificante mundo de las costumbres, conducen a ejecutar las acciones o acometidas, traducidas en el ataque furibundo hacia todo lo que nos rodea, incluso llevando a un estado de ánimo interpretado en la pesimista condición de víctima, mayormente en los momentos difíciles obligados a enfrentarlos en actitud diferente. Fortunosamente, no es constante el crudo y nefasto instante a él lo dirigido, después de un raciocinio lógico y sensato, impone darle un giro a la situación en aras de convertir lo oscuro y desagradable, en reacción estimulante, constructiva y edificante. Es la forma de comportarse al vivirse en carne propia una etapa o periodo de tristeza o de dolor con motivo de un fallecimiento en el seno de la familia y es cuando el universo pareciera venírsele encima y cavilar en el final de la vida. Empero, nuevamente se presenta en el entorno, en el interior de la comunidad, la serie de pronunciamientos, de actos salidos de la sensibilidad oculta, de una solidaridad encajada en los corazones........
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