“Cada vez somos más los que creemos menos en…” [1] …la justicia colombiana
Por Harold Salazar
politizada y sesgada, actúa la mayoría de las veces de acuerdo con ciertos intereses, de allí que, en los tiempos actuales, sus principios universales de imparcialidad, acercamiento a la verdad, a la objetividad, son poco creíbles. No solo es su politización, es la falta de igualdad, demora en la toma de decisiones y alta cifra de impunidad. El caso reciente del “mesías” colombiano, es una muestra evidente de lo anterior. El Tribunal Superior de Bogotá contradice de fondo y de manera categórica la jurisprudencia de la Corte Suprema y de otros jueces y fiscales al absolver al “mesías criollo”. Una justicia que le ha sido más que magnánima, lo que no sucedería con un colombiano de a pie. Pasó por: la Corte Suprema, la justicia ordinaria; Fiscalía de Montealegre, la de Martínez, la de Barbosa y la de Camargo, por jueces seleccionados al azar y por salas o tribunales integrados por varias personas. Se le escuchó, se le dejó aportar más de 70 testigos, se tramitaron sus recursos, se respetó su presunción de inocencia, se transmitió su juicio por televisión. Pero en cada paso por cada uno de los tribunales y jueces, encontramos versiones diferentes y abiertamente contradictorias, basadas en las mismas leyes y códigos.
Es conocido el fenómeno de la “puerta giratoria que permite a algunos magistrados trasladarse de una alta corporación a otra o entre el sector público y privado, el tráfico de influencias donde familias de magistrados obtienen cargos en los........





















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