menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

El componente político del civismo pereirano -2-

3 0
02.10.2025

A propósito de la celebración del día de la «pereiranidad» ocurrido el pasado 26 de septiembre, fecha del onomástico del poeta Luis Carlos González Mejía, continúo con el análisis del componente político de nuestro civismo que ya había iniciado en la pasada columna.

La llegada del centenario de la refundación de la ciudad, en 1963, le dio un nuevo brío a los afanes de progreso que vivía la ciudad. Alcaldes visionarios y una comunidad entusiasta sacaron adelante —para celebar la efeméride— grandes obras como la Universidad Tecnológica, la avenida 30 de agosto, los juegos deportivos nacionales, el «Bolívar desnudo», el coliseo mayor, la ampliación del aeropuerto y su nueva terminal de pasajeros, entre otras.

Todo este entusiasmo, aunado a la evidente demostración de que éramos capaces de enfrentar los más difíciles retos, avivó los afanes separatistas hasta la llegada de la independencia político-administrativa en 1967 cuando Pereira, ufana y altanera, se alzó en Colombia como una nueva capital de departamento.

Sin embargo, en los años finales del siglo pasado la armonía entre lo público y lo privado se rompió y la nueva Constitución de 1991 clavó en ella su puñal artero al prohibir que entidades privadas recibieran y administraran recursos públicos, una decisión aupada por la perentoria necesidad de eliminar los auxilios parlamentarios que se habían convertido en el mayor foco de corrupción del país. En las últimas décadas se ha hecho evidente el creciente divorcio entre los dos estamentos ciudadanos (público y privado), circunstancia que, entre otras, contribuyó al deterioro de lo que hemos........

© El Diario