«Animémonos y vayan»
«Animémonos y vayan» era una frase común que usábamos en familia para referirnos y burlarnos de aquellos casos en los que alguien proponía algo, pero para que los demás lo hicieran. Hay algunos seres humanos que son bien caraduras y creen que pueden ir pontificando desde la comodidad de sus sillas sobre lo que otros deben hacer y se olvidan de lo que les corresponde. Dos columnas de opinión esta semana han circulado por las redes sociales, una del exalcalde Álvaro Ramírez y otra del dirigente Juan Nicolás Gaviria, en la que se vienen lanza en ristre contra las organizaciones y colectivos cívicos que se han venido conformando en la ciudad y que tienen como objetivos principales promover el civismo, la cultura ciudadana y la pereiranidad. Ambos personajes manifiestan que sobre el tema de la avenida de los colibríes y las actuaciones judiciales recientes relacionadas con los hechos de corrupción que la envuelven, todas estas organizaciones «se rasgan las vestiduras desde el sofá, emiten comunicados indignados y escriben columnas inflamadas, pero no mueven un solo dedo para constituirse como víctimas, para exigir como veedurías …». Que dichos colectivos debemos «pasar de las definiciones a la acción sin más documentos teóricos, ni más diagnósticos trasnochados». Y que «debemos aterrizar y untarnos de Pereira».
Vaya actitud tan pendenciera y arrogante. Tan fácil que es juzgar sin conocer y ponerle a los demás responsabilidades que no tienen. Hago parte de varios de esos colectivos y no puedo menos que sentirme ofendido y agredido como simple ciudadano que quiere prestar su tiempo y sus esfuerzos para contribuir a que la ciudad recupere su espíritu y liderazgo de antaño. Ninguno de estos dos columnistas conoce los planes y acciones de estos colectivos, que por cierto han decidido trabajar en conjunto y........
© El Diario
