Christian Londoño Orrego

“Porque vosotros, hermanos, a libertad, fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, si no servíos por amor los unos a los otros.” – Gálatas 5:13 (RVR60)
La libertad también se vive en lo cotidiano, en lo simple, en aquello que muchas veces damos por sentado, por esta razón no podemos seguir normalizando la crisis permanente que enfrentan miles de usuarios con los servicios de telecomunicaciones en Colombia.
Esto ya no es un fastidio pasajero: es una vulneración constante, silenciosa, pero agotadora.
El caso de Tigo es apenas uno de los que se conocen de cerca y que representa un patrón que se repite en todo el país. Algo tan básico como cambiar un plan, pedir soporte técnico o exigir que se cumpla lo prometido termina convertido en un desgaste emocional. Llamadas que no terminan, operadores que transfieren sin sentido, historias repetidas como si nuestra voz no importara y cuando parece que por fin habrá solución, la llamada se cae… Y el viacrucis empieza desde........

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