La falla de San Andrés
La elección popular de jueces es el parteaguas del régimen de Morena. Después de cometer toda clase de excesos en el poder, Andrés Manuel López Obrador, el santo patrono de la Cuarta Transformación, dejó el Plan B en el escritorio presidencial, una canasta de manzanas envenenadas a su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien no tuvo opción de contradecirlo y continuó con la agenda que le impusieron como una camisa de fuerza. Esta es la historia de la elección que nadie quiere y que nadie pidió.
Publicidad
El argumento fue una falacia desde el principio, se dijo que “el pueblo” de México votó por el Plan B y que una de las reformas que se proponían era elegir a los jueces, magistrados y ministros por voto popular. Como si fuera igual de sencillo decirlo que hacerlo. La masa crítica advirtió que un proceso electoral para la elección de jueces provocaría una crisis política y democrática porque afectaría la división de poderes, ya que era obvia e incontenible la participación de fuerzas políticas (o peor, del crimen organizado), es ingenuo (o maquiavélico) pensar (o fingir) que los partidos políticos no aprovecharían la oportunidad y se apoderarían del Poder Judicial, como están a punto de hacerlo. Esta realidad se desbordó frente a nosotros.
Las tres grandes mentiras fueron desveladas al final de este proceso electoral de jueces. Primero, “el pueblo” no votó por el Plan B, no lo conocía, ni tenía nociones de lo que implicaba, ni le interesaba. La gente votó para que siga Morena en el poder, sin saber lo que eso significa. Ahora el pronóstico es una elección donde participará menos del 10% del padrón electoral, lo que será un fracaso anunciado, puesto que AMLO, en 2022, en otro de sus........
© El Diario
