26 Encuentro Nacional de Críticos y Periodistas de Cine
Andrés García
Desde que August y Luis Lumière realizaron en 1895, hace 130 años, la primera proyección pública de cine, en el Salón Indio del Gran Café de París, el mundo contempló el nacimiento de una nueva revolución cultural, artística, nunca antes imaginada, propositiva, esperanzadora, creativa, sublime, envolvente, apasionante, cadenciosa, extraordinaria, capaz entonces de registrar en una placa autocroma hechos y situaciones de la vida que, bajo la óptica de la lente, que adquirirían nuevos y reveladores significados y significantes.
Si la rueda dividió en dos la historia de la humanidad, el cine la unió. Gracias a esta fusión la humanidad se ha visto reflejada en una pantalla de gran formato, donde sus emociones e historias cobran vida, llevándola a reflexionar acerca de la evolución o involución humana. El cine, el gran espejo mágico, nos ha puesto a pensar, reír, llorar, cantar, bailar, soñar, a veces dormir, estremeciéndonos al punto de crear momentos de inflexión social hacia la toma de decisiones fundamentales, giros que han redireccionado el curso de historia, sus gustos, el conocimiento del planeta, del Universo, llevándonos hacia enamoramientos de ficción u horrorizarnos desde la terrible tragedia del pueblo judío en la Polonia ocupada por las nazis, como en la Lista de Schindler, de 1993, del director Steven Spielberg hasta poder soñar con mundos mágicos y arco iris, de la mano de Dorothy y sus amigos, en el Mago de Oz, de 1939, de Víctor Fleming.
Llamado el Séptimo Arte por el crítico de cine italiano Ricciotto Canudo, en razón a que combina los seis anteriores: Arquitectura, Escultura, Pintura, Música, Literatura y Danza, el cine agrega un elemento tan especial y orgánico como la vida misma, el Movimiento. Su........
© El Diario
