Como en un déjá vu, los fines de semana se convierten en la expectativa de los años 80’, de enterarse en los medios de comunicación, de cual masacre nueva comete la delincuencia colombiana. De igual forma, la instrumentalización descarada de los terroristas a la población civil para movilizarla contra la fuerza pública, secuestrándolos, expulsándolos y el más triste hecho de la semana, quemándolos. El incendio de vehículos ya regreso, y el reciente caso, el de la vía arteria Pereira – Quibdó en donde los bandidos del ELN, quieren imponer de nuevo el miedo, para someter a las comunidades a sus prácticas de control territorial.

Colombia agobiada por un mar de coca, auspiciada por la permisibilidad de los gobiernos de Juan Manuel Santos y Gustavo Petro, ya no erradica estos sembrados, por lo que la producción de cocaína se ha elevado exponencialmente, es tanto el producto que, el camino para su despacho se ha consolidado en zonas como Venezuela, el mar Caribe y el océano pacífico. Hoy el gobierno estadounidense, en busca de controlar el desmedido tráfico, desplegó a aguas internacionales del atlántico, cerca de la frontera venezolana una flota de naves, con el fin de destruir las lanchas y submarinos que el régimen de Nicolás Maduro ha dejado consolidar para........

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