MODOS DE VIVIR QUE NO DAN PARA VIVIR O EL OCASO...
Cuando en 1905 Max Weber publica La ética protestante y el espíritu del capitalismo, define a las profesiones “palabras más, palabras menos” como un conocimiento especializado que sirve de sustento económico a la vida de una persona y le permite tener un estatus especial. Esto tradicionalmente ha sido así: siempre se aconsejaba a los estudiantes que analizaban la carrera que querían cursar para obtener un título profesional, que escogieran las “más rentables” desde el punto de vista económico. Me cuentan que cuando una estudiante guayanesa deshojaba la margarita y le dijo a su madre que quería estudiar filosofía, esta le aconsejó: “Hija, métase en algo que le dé real y asegure su futuro”.
Entre las deliberaciones que podemos encontrar en la literatura sobre la importancia de los oficios humanos, se puede mencionar un artículo publicado el 29 de junio de 1835, por el ilustre escritor español, Mariano José de Larra, titulado “modos de vivir que no dan para vivir” al cual ya me referí al analizar el drama de los maestros. Allí el ilustre Mariano, hace una diferencia entre las profesiones que pueden servir de sustento a la vida económica de los hombres y lo que él denomina, una rara super abundancia de pequeños oficios, los cuales, no pudiendo sufragar por sus cortas ganancias la manutención de una familia, son más bien pretextos de existencia más que........





















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