Davos y la pedagogía del presente
Davos es un lugar mítico. Lo fue porque ofreció el escenario de una novela genial, La montaña mágica, de Thomas Mann. Lo volvió a ser porque allí tuvo lugar la conferencia más relevante de la filosofía contemporánea, en 1929. Lo es desde hace cuarenta años porque reúne al empresariado mundial para iluminar a la humanidad. Davos es la sede de la pedagogía mundial. Su Berghof concentró las reflexiones sobre las tres grandes crisis contemporáneas.
En la novela, dos pedagogos, Settembrini y Nafta, se disputan el alma del joven Hans Castorp, quien por su educación romántica se siente inclinado al irracionalismo del comunista Nafta, un nihilista ansioso de dar al ser humano por perdido y así ofrecer una salida a su alma violenta; pero que, por su clase social, hijo de la burguesía de Lübeck, debería escuchar al ilustrado Settembrini, un amable creyente en el progreso de las ciencias y de la bondad humana. Incapaz de apostar por uno de ellos, ese niño mimado de Castorp se verá sorprendido en la carnicería de la Guerra Mundial.
Cuando en 1929, en los mismos exquisitos hoteles de montaña, se vieron las caras los filósofos Ernst Cassirer y Martin Heidegger, eran muy conscientes de que se estaban disputando el alma de la juventud alemana. Eran los pedagogos de Europa, y no soy el primero en ver en Cassirer al........
© El Dia
visit website