Perder la cabeza
Comportarse de forma irracional y con falta de control, especialmente si es debido a un ataque de ira. Eso dicen que es perder la cabeza. Pero se está muy cerca de perderla cuando deseas algo muy intensamente o cuando eres incapaz de desear nada y nada te ilusiona. Podemos perderla por mil razones: por amor o desamor –como dice la canción de Manuel Alejandro-, por despecho, por pérdidas familiares, por altos niveles de frustración, por dinero, por estrés… por enfermedad o por desesperación.
Estos tiempos nuestros tan desarrollados, tan digitales, tan cibernéticos, tan fríos, tan acelerados, tan tensionados… son el caldo de cultivo casi perfecto para que perder la cabeza sea mucho más frecuente de lo que usted o yo podamos imaginar. Y, ¿sabe qué es casi peor? Que........
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