Elecciones en riesgo, representantes en quiebra
La democracia boliviana funciona, en lo que funciona, sin partidos políticos. Empezó a manifestarse desde las elecciones nacionales de 2002, cuando reventaron las costuras de los partidos tradicionales ante el avance del MAS. Terminaban así los cerca de veinticinco años durante los cuales partidos monopolizaron la representación política, combinado rasgos propios de organizaciones más modernas, características de la democracia plebiscitaria con de los antiguos partidos de notables, según el enfoque de Max Weber.
En las próximas elecciones, cuando las haya, participarán los trece a los que el Tribunal Supremo (¿?) Electoral (TSE) reconoce técnicamente como tales. Durante la campaña se agitarán, espectrales y volátiles, asociaciones accidentales tan fuertes como burbujas de jabón. Enfrentarán al MAS-IPSP, coalición de organizaciones sociales y militantes de partidos extinguidos, que se encuentra segmentada y medularmente envilecida.
Resume bien la situación, el adolorido relato de las penurias del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y Acción Democrática Nacionalista (ADN) –grandes figuras electorales hasta 2002 - denunciando su candidato presidencial, ajeno y prestado, los dejó plantados y descabezadas a sus listas parlamentarias con las........
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