Estabilizar y crecer con propósito: el capital humano salvará a Bolivia
Bolivia ya no puede permitirse estabilizar por estabilizar, como quien se aferra a un salvavidas solo para no hundirse. El país necesita estabilizar y crecer con propósito. Porque lo que está en juego no es únicamente cuadrar cuentas fiscales o controlar la inflación, sino transformar el patrón de desarrollo y romper la trampa de bajo crecimiento y alta dependencia. Ese propósito es claro: aumentar de manera significativa la productividad de la economía. Y la única vía sostenible para lograrlo es apostar fuerte, sin complejos ni medias tintas, por el capital humano, el recurso renovable más valioso y el único que, paradójicamente, crece cuanto más se usa.
El Plan de Estabilización Integral que propongo busca ordenar la casa en lo fiscal y monetario, amortiguar el ajuste con colchones sociales, pero, sobre todo, sembrar un nuevo ciclo productivo basado en talento, educación e innovación. Dicho de otra manera: pasar de la estabilización como terapia de emergencia a la estabilización como plataforma para un desarrollo con propósito.
El primer pilar es el fiscal y tributario. El ajuste fiscal debe ser una herramienta para liberar recursos hacia la inversión productiva, no una simple poda contable. Se propone revisar integralmente los subsidios energéticos, cuya factura supera los 3.000 millones de dólares y beneficia más al contrabando que a los hogares vulnerables. La medida es clara: eliminación gradual de los subsidios en dos años y reemplazo por transferencias directas. Lo ahorrado debería destinarse a financiar programas de formación técnica y tecnológica.
En paralelo, se requiere una reforma tributaria estructural. Esta incluye la reducción del IVA al 10% en sectores formales para incentivar la facturación, la inclusión del comercio electrónico y las plataformas digitales en la base tributaria, y la modificación de la Ley de Hidrocarburos, bajando el IDH en nuevos contratos a cambio de cláusulas de estabilidad tributaria y reinversión obligatoria en exploración. Finalmente, la disciplina fiscal........
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