La corrupción: el peor enemigo de Bolivia
Parafraseando al gran líder de la democracia latinoamericana, el argentino Raúl Alfonsín: “En Bolivia hay hambre, no porque falten alimentos como en otros países, sino porque sobra la inmoralidad.” Esta frase resume con precisión una de las realidades más dolorosas que enfrenta nuestro país.
Si tuviéramos la posibilidad de recuperar los cuantiosos recursos que, a lo largo del tiempo, han ido a parar a los bolsillos de gobernantes y funcionarios inescrupulosos —en todos los niveles del Estado—, hoy ningún boliviano sufriría hambre. Más aún, podríamos contar con un sistema de salud y educación digno, comparable al de los países más........
© El Deber
