Sin ahorro no hay crédito
Armando Álvarez Arnal
En 20 años de gobierno es de esperar que autoridades y reguladores hubieran aprendido y entendido, al menos lo básico, sobre cómo funcionan ciertos procesos económicos. Pero, ante la evidencia y en resguardo de los ahorros del público y por el bienestar del sistema financiero, no queda otra que persistir en el intento.
A ver, para que los bancos puedan otorgar créditos, primero, tienen que captar ahorro del público mediante cajas de ahorro, cuentas corrientes o depósitos a plazo fijo. De cada 1.000 bolivianos que un banco presta a empresas o personas, 900 bolivianos (el 90%) provienen de los depósitos del público y 100 bolivianos (el 10%) de sus accionistas. Sólo para dejar más claro, si el préstamo fuera de 100.000 bolivianos, 90.000 bolivianos provendrían de los depósitos del público (90%) y 10.000 bolivianos (10%) de los accionistas (Se entiende, ¿no?). Si el público no ahorra en un banco, pues sencillamente no habría créditos, ergo tampoco bancos.
El público deposita sus ahorros en un banco por un período determinado de tiempo, no lo hace indefinidamente. Los que depositan en cajas de ahorro (usualmente personas) o cuentas corrientes (usualmente empresas) pueden retirar los mismos en cualquier momento. Los que lo hacen en depósitos a plazo fijo (tanto personas como empresas) no requieren sus ahorros inmediatamente, por lo que están dispuestos a dejarlos más tiempo (30, 90, 180, etc. días) a fin de ganar un mejor interés. Los bancos que reciben los depósitos del público deben poder........
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