La libertad de expresión también va a voto
Por Juan Pablo Guzmán
Casi 20 años de régimen masista no solo han hundido al país en una profunda crisis, sino han dejado una perversa herencia: el miedo de mucha gente a expresarse con libertad y el temor calculado de parte de los periodistas a contar las cosas tal como son y a explicarlas como se debería.
El miedo en la gente, entre los que se incluye a políticos de la propia oposición, se explica por la amenaza de que caiga sobre ella la guadaña de la justicia, rastrera al Gobierno; mientras en el caso de los periodistas una mortífera mezcla de autocensura, complacencia, renuncia a la ética y presiones del poder convirtieron buena parte de la oferta informativa en un anodino eco de voces oficiales.
No deja de ser curioso, ahora que dos décadas de masismo agonizan, que quienes antes callaban hoy aparezcan como adversarios de un régimen del que fueron cómplices en la luz o en las sombras; como también sorprende que parte de la prensa comience recién a ser plural, abierta a voces críticas, cuando antes las eludía o........
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