El salto al abismo
Franz Tamayo Daza
Así deberíamos definir la situación política actual: un salto al abismo. Bolivia se acerca a las puertas del próximo carnaval electoral, donde los aspirantes a enamorar a los crédulos buscan su consentimiento, no con propuestas viables, sino con promesas vacías encarnadas en candidatos reciclados.
El telón de fondo es un Estado obeso, mantenido artificialmente por un gobierno desorientado que ha descarrilado por completo los rieles de la economía. Este modelo, construido bajo la bandera del Movimiento al Socialismo (MAS), fue inicialmente sostenido por un ciclo de precios y volúmenes de exportación excepcionalmente favorables. Esa bonanza permitió la expansión del aparato estatal y el desarrollo de una estructura gubernamental hipertrofiada, cuya burocracia e ineficiencia hoy resultan insostenibles.
El país enfrenta un déficit fiscal crónico, una deuda pública en crecimiento constante, y un gasto público desproporcionado que amenaza con arrastrarnos a un despeñadero irreversible. La mentira económica del modelo ya ha sido desnudada: el espejismo se desvaneció y........
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