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El indianismo no se vende, y un tal Macusaya

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30.07.2025

Pablo A. Velásquez Mamani

En este proceso electoral 2025 se han repetido candidatos y consignas que no traen nada nuevo, y también han emergido figuras, pero con graves contradicciones. Entre estas nuevas figuras y organizaciones políticas se encuentra Alianza Popular, la expresión de las contradicciones. No solo porque es un conglomerado político de improvisación total, sino por la ruptura de sus raíces políticas y el polémico comportamiento de sus candidatos.

Andrónico Rodríguez ha dejado a su mentor político, Evo Morales, para poder asumir sueños que no puede cumplir. Le han calentado el oído al muchacho con la posibilidad de asumir una presidencia para lo cual no está preparado; a cada palabra que emite, un voto menos.

Pero no solo es cuestión de haber dejado al mentor, sino también al partido, que supuestamente representa a los movimientos sociales y su forma orgánica. Alianza Popular no es más que la suma de intereses, de aquellos que pasan de un lado a otro sin sonrojarse ni un poco. Con ello, quedó en el olvido esa idea de representar a las masas, a las bases, de ser orgánico.

Pero lo segundo, y más grave, es el oportunismo político de sus candidatos, y en esto, la señora candidata a la vicepresidencia, Mariana Prado, refleja plenamente esa condición. La nena del Estado, en realidad es la nena de las mieles del Estado. No se sabe quién habrá definido la candidatura, pero puede deducirse fácilmente que su intención es ocupar un espacio de poder sin medir consecuencias ni el costo que........

© El Deber