Choquehuanca: el ocaso del “filósofo” andino
Juan Pablo Guzmán
Cuando Thomas Alva Edison fracasó por enésima vez en inventar la bombilla eléctrica lanzó una frase que lo inmortalizaría: “No he fracasado. He encontrado 10.000 soluciones que no funcionan”. Esas palabras destilaban una indómita perseverancia, tanta que en el siguiente intento transformó sus derrotas en éxito y finalmente entregó a la humanidad la espléndida bombilla que ilumina el planeta hasta hoy.
En la historia, fueron pocos los genios que, como Edison, aprendieron de sus errores. Los ejemplos que abundan son los de aquellos que acabaron en la intrascendencia, perpetuando su condición de charlatanes, o de candidatos fracasados a profetas, por eludir la gallardía de decir “mis soluciones no funcionan”. David Choquehuanca es uno de ellos.
El último discurso oficial que pronunció el pasado 6 de agosto, en la ceremonia de homenaje a la fundación de la patria en la Casa de la Libertad, pasó desapercibido, tanto que seguramente los periodistas que buscaban algo nuevo o llamativo para destacar en sus palabras se encontraron ante una misión casi imposible.
Impensable situación hasta hace cinco, diez o veinte años, cuando el “filósofo” andino urdía frasecitas que, ante los ojos de los incautos, lo proyectaban como un pensador, como un ser profundamente........
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