Brújulas en vez de mapas: repensar la economía desde la complejidad
Orlando Saucedo Vaca
Durante años me formé —como tantos otros economistas— en la idea de que la economía era una ciencia exacta. Una especie de maquinaria bien calibrada, en la que si tocas una variable, las demás reaccionan de manera predecible. Los modelos que aprendimos eran elegantes, las ecuaciones cerraban, y los supuestos parecían razonables… al menos dentro del aula.
Pero fuera de ella, el mundo nunca se comportó como prometían los libros. La realidad era mucho más caótica, contradictoria, cambiante. Y ahí fue cuando empecé a mirar hacia otro lado. A buscar respuestas en enfoques menos rígidos. Y descubrí algo que me cambió la forma de pensar: la economía de la complejidad.
Este enfoque no propone un nuevo manual. Lo que propone es dejar de buscar manuales. Asumir que la economía no es una máquina, sino un sistema vivo. Donde millones de personas interactúan........
© El Deber
