¿Asilo o afinidad? La diplomacia boliviana en la mira
Javier Viscarra Valdivia
El reciente pedido de asilo del sindicalista panameño Saúl Méndez, refugiado en la Embajada de Bolivia en la Ciudad de Panamá, interpela a la diplomacia boliviana a actuar con responsabilidad, equilibrio y estricto apego al Derecho Internacional. Aunque el Gobierno de Luis Arce ha informado que la solicitud será evaluada por el Consejo Nacional de Refugiados (CONARE), es inevitable advertir las complejidades políticas, jurídicas e incluso diplomáticas que este caso entraña.
El asilo es una institución profundamente arraigada en la tradición latinoamericana. Históricamente ha servido como instrumento para proteger a personas perseguidas por motivos políticos, en contextos donde la inestabilidad o el autoritarismo ponían en riesgo la integridad física y la libertad de los disidentes. Bolivia ha sido parte activa de esa tradición, pero también está obligada —como todo Estado responsable— a respetar los límites y condiciones que establece el sistema internacional.
Las Convenciones sobre Asilo........
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