La democracia boliviana ha alcanzado un hito importante con la exitosa realización de las elecciones generales del 17 de agosto. Los nubarrones que se cernían sobre el proceso —alimentados por la guerra sucia y los intereses partidarios que tantas veces se imponen sobre el bien común— se han disipado gracias al compromiso de la ciudadanía, que cumplió con su deber democrático de manera ejemplar.

Ahora que se perfila una segunda vuelta entre Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, y Jorge “Tuto” Quiroga, de Alianza Libre, es el momento oportuno para dar un giro en la forma de encarar la campaña. El país necesita propuestas serias y soluciones concretas, no ataques ni descalificaciones.

Bolivia atraviesa una crisis socioeconómica profunda: inflación descontrolada, escasez de combustibles y dólares, deterioro de los servicios públicos, déficit fiscal, empresas estatales........

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