El trópico de Cochabamba lleva años convertido en una especie de republiqueta, donde la presencia del Estado es prácticamente inexistente y ha sido reemplazada por el control que ejercen organizaciones vinculadas a actividades ilícitas. Allí impera la ley de la selva: comunarios que cometen atrocidades en nombre de una supuesta “justicia comunitaria”.

El tema vuelve a la agenda nacional tras la comisión de una de las peores atrocidades: el linchamiento de personas acusadas de delitos y el secuestro de otras que podrían correr la misma suerte, sin que la Policía, la Fiscalía ni ninguna otra institución puedan evitar semejante atropello a la dignidad humana y a los derechos fundamentales.

La semana pasada, dos personas fueron linchadas por el presunto robo de vehículos. Una fue quemada viva; la otra, colgada. Ambas fueron brutalmente torturadas, y las imágenes de su........

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