Entre la fortuna y la desgracia
Hace unos días se vivió una tragedia que fácilmente pudo evitarse. Una rueda de la fortuna se soltó y cayó mientras giraba, dejando más de una decena de heridos. Los videos muestran algo que cuesta creer: los técnicos ajustaban piezas del aparato con cinta adhesiva —sí, con Diurex—, y muchos usuarios lo tomaban como un chiste, incluso como parte de la emoción.
Al recordar esa escena no dejo de pensar en Bolivia.
Así como nadie debería subirse a una rueda sujeta con cinta, tampoco una sociedad puede sostenerse sin reglas firmes ni acuerdos que se cumplan. En economía hay principios mínimos: precios libres, propiedad segura y justicia fuerte e independiente. Si esos pilares institucionales se erosionan, todo el sistema económico termina cayendo.
Pero cada cierto tiempo aparecen quienes, con discursos dulces, vuelven al país a querer convencer de que las leyes del mercado y la responsabilidad institucional son negociables, ‘pegan’ con discurso vacío lo que debería ser un baluarte del país; así se instaló el control unitario, y así se destruyeron los cimientos que hacían que el país funcione y se den las condiciones que permitieron que progresemos. Hay que decirlo........





















Toi Staff
Gideon Levy
Tarik Cyril Amar
Stefano Lusa
Mort Laitner
Robert Sarner
Mark Travers Ph.d
Andrew Silow-Carroll
Constantin Von Hoffmeister
Ellen Ginsberg Simon