La calle tomada
El comercio ambulante es tan antiguo como la ciudad. En América Latina, Asia y África ha sido, históricamente, una forma legítima de supervivencia. Pero lo que alguna vez fue una expresión orgánica del intercambio social, hoy amenaza con volverse una ocupación desbordada del espacio público, especialmente en ciudades como Santiago, donde la informalidad ha pasado del margen al centro sin mayores resistencias.
La informalidad parece haberse extendido también al ejercicio del poder: una suerte de “autoridad ambulante”, que circula entre diagnósticos repetidos y promesas vagas, sin instalarse nunca del todo en el espacio donde se requiere gobernanza real. Se observa, se contabiliza, se declara preocupación. Pero se actúa poco, y cuando se actúa, se........
© El Dínamo
