Para no olvidar
Políticamente, el 2024 no es un año para el olvido, sino uno para no olvidar. Ha sido un período magro e insípido caracterizado por la indolencia, la desidia y la frivolidad de nuestras autoridades.
Si algo estamos haciendo sostenidamente mal desde el 2021 es corroer lo poco que teníamos de institucionalidad. No es que antes estábamos bien, solo que ahora estamos peor.
No teníamos un gran Tribunal Constitucional, pero al menos había algunos magistrados respetables en el ámbito académico. Ahora los tribunos parecen tener el mismo nivel, promedio, que un congresista (con todo lo que eso significa). Tampoco teníamos una gran Defensoría del Pueblo, pero se mantenía la institucionalidad en sus áreas y muchas líneas de carrera forjadas por años. Ahora, la preside el........
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