menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

El quechua de la presidenta

10 0
19.04.2025

Sobre el comando anfibio de clérigos-gramáticos que se adentraron en las fuentes orales quechuas (siglo XVI) y transcribían los términos quechuas con oído y dicción hispana, el Inka Garcilaso deploraba: “los españoles corrompen lo más que toman en la boca”, y temiendo que el léxico oral quechua terminara fijado de modo espurio en los primeros diccionarios, advertía: “los pronuncian con la corrupción de letras y sílabas que se les antoja, que donde los indios dicen pampa, que es plaza, dicen los españoles bamba, y por Inca dicen Inga”. Esta temprana desviación estándar, que devino de la colisión de dos culturas, dos lenguas y dos códigos (oralidad/escritura), y que parece delito de menor cuantía, terminaría 6 siglos después en un desmadre.

Ahora no son los extirpadores de idolatrías, los cronistas soldados ni los misioneros hispanos los que acometen la corruptela idiomática, somos los propios andinos, los quechuahablantes peruanos, especialmente los mestizos bilingües, los letrados que sin el menor refrenamiento articulan la lengua-madre como se les antoja. Fue así que Bellido guapeaba en el zaguán-meadero del congreso vocalizando un quechua ininteligible, remendado con neologismos de su cosecha, localismos ilusorios y préstamos del español. Un balbuceo que, excepto él, ningún quechuahablante entendía.

Y ahora llega la señora-mandataria, y desde su pedestal de barro crudo, de su hornacina de mamacha de las sortijas profiere ¡mi wayki, mi hermano! Lo que, ciertamente, sería irrelevante si no fuera que ella (biotipo femenino) no puede dirigirse así a un varón, que para el caso no es otro que el rufián-gobernador regional, con quien en una suerte de contra-entrega de favores. Había trocado relojes, joyas por........

© El Búho