Claudio Gómez Perretta: el segoviano que salvo valencia
Este año se ha cumplido el centenario del nacimiento del ingeniero Claudio Gómez Perretta, segoviano de nacimiento y valenciano de adopción, que durante su larga vida y extensa trayectoria profesional en el Ministerio de Obras Publicas fue la figura clave que transformó Valencia en la moderna ciudad que hoy conocemos.
Nació en 1924, en la calle Cañuelos, frente a los primeros arcos del Acueducto, en un caserón espléndido ligado a una huerta que su padre, Don Claudio Gómez, cuidaba con esmero. Don Claudio, nacido en una familia humilde, acabó siendo propietario de una tienda de textiles llamada Casa Ulpiano en plena Calle Real.
Su madre, Eugenia Perretta, de ascendencia italiana, era hija de un ilustre empresario que logró montar una fábrica de cocinas y de calderería, llamada también Perretta, y que además era el mantenedor de las instalaciones del Palacio Real de la Granja. Se cuenta en la familia que la infanta de España, la famosa “Chata” que había nacido en ese Palacio, le distinguía con una profunda amistad.
Claudio, tras vivir la guerra civil siendo casi un niño y después de cursar estudios en los Misioneros que tenía enfrente de casa, se fue a Madrid a estudiar ingeniero de Caminos Canales y Puertos, sobreviviendo en la capital en las duras condiciones de la posguerra.
Su boda con Mari Luz de Mateo y por lo tanto su conexión con Valencia, se debió a una rocambolesca historia debida también a la guerra civil, pues la familia De Mateo se instaló en Segovia desde Los Ángeles de San Rafael, ante la imposibilidad de volver a Madrid en esos terribles días de Julio del 36. Amelia de Mateo se casó con Andrés Reguera Antón, alcalde entonces de la ciudad, y años después, en la........
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