Presidente a la fuga
Viendo en la televisión la visita de los Reyes, Sánchez y Mazón al epicentro de la tragedia, me revolvió el estómago ver la risita irónica de Sánchez al oír como increpaban a los Reyes; pero cuando se percató de que los abucheos iban más bien contra él, salió corriendo como un cobarde para huir de la rabia que él mismo había provocado, de la indignación por la falta de actuación, y porque los dejaron solos.
Aquellas palabras de “Si necesita ayuda que la pida”, propias de un déspota, son tan miserables, tan arrogantes, tan despreciables, tan ruines y tan perversas, que pasará a la historia por haberlas pronunciado; y también por su omisión del deber de socorrer y no declarar emergencia nacional. Y no viene mal recordar aquí que la omisión del deber de socorrer es un flagrante delito. Además, la competencia estatal prevalece cuando se trata de emergencias........
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