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Ocho días de fiesta desatada en Riaza

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12.09.2025

Corre la voz en las laderas de la sierra de Ayllón de que en Riaza preparan fiesta grande. Lo saben los zorros, los lobos, los jabalíes y los corzos, que maldicen su suerte por no ser humanos para sumarse a la juerga. Y es cierto. A partir del sábado 13 de septiembre, la villa se convierte en un territorio aparte, donde no existe nada más que la peña, el vaso, el mono rosa y la devoción mariana. El pistoletazo lo da la Subida a la Quesera. Un ritual de sudor, pulmones y piernas. El que regrese entero ya tiene derecho a plantarse por la tarde en la Plaza Mayor, donde a las 18:00 se juega al chito y a los bolos. Juegos viejos, de manos callosas y vino recio, que son la antesala del desfile de peñas. Allí empiezan a escucharse las charangas, los tambores, las camisas a rayas, y algún que otro petardo, y los vecinos saben que ya no hay vuelta atrás. El pregón lo confirma. Y por la noche la orquesta Génesis monta la verbena, y en la plaza se mezcla todo: los chavales de veinte, los viejos que aún saben bailar pasodobles, las parejas en ciernes y los que esperan la última copa para perderse por alguna callejuela.

Nuestra Señora de Hontanares. / Ayuntamiento de Riaza

El domingo 14 no da respiro. A las 12:30 llega la misa solemne en honor de Nuestra Señora de Hontanares, con procesión incluida. Y por la tarde, el rugido del pueblo cambia de tono con el concurso de recortadores Villa de Riaza, ese espectáculo en el que muchachos sin miedo —o con demasiado— se la juegan frente a astados que no entienden de misericordia. Después, encierro nocturno, concierto de David D´Cano y la madrugada al filo de la música con DJ Jaco.

El lunes 15 arranca más solemne: funeral por los difuntos, que recuerda que las fiestas no son olvido de la muerte, sino consciencia de la vida. La charanga Cubalibre cambia de tercio en el pasacalles. Luego, encierro, suelta del toro de los mozos, y encierro infantil con carretones. La pedagogía brava: enseñar desde pequeños que la vida, como el toro, embiste. Por la tarde, novillada de rejones con Sebastián Fernández y Duarte Fernandes, portugueses y españoles jugando a templar la fiera desde el caballo. Termina el festejo, otro toro a la calle y otra charanga en la plaza. La jornada remata con teatro infantil, el grupo musical De todo un poco y, a medianoche, DJ Mario.

El martes 16 repite el esquema: charanga, encierro y toro de los mozos. Pero lo serio llega a las 17:30, con la becerrada de promoción para alumnos de escuelas taurinas. A cinco euros la entrada, el espectáculo es una especie de máster en tauromaquia con becerros y chavales que sueñan con la gloria de luces y cornadas. Por la noche, magia infantil con Tony Montana, flamenco-pop de Sergio Vivar y verbena con DJ Blanco.

El miércoles se pone bronco. Encierro, toro de los mozos, y a las 17:30 la grandiosa becerrada para las peñas. Las peñas —El Caskete, Copaso Envodkada, Desmadre y Kaneris— ponen nombre, valor y desparpajo. El........

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