Historia de “la traída” del agua potable a Sangarcía
En España se aprecia un incremento de la demanda de agua a lo largo del siglo XVIII, de modo que los gobiernos ilustrados promovieron el aumento de los aprovechamientos de agua, pero respetando el viejo régimen de propiedad. Por su parte, el liberalismo del siglo XIX intentó crear un marco legal en consonancia con los nuevos principios para la organización de los Ayuntamientos y las obras públicas. Dos elementos constituyeron el proceso: la adscripción municipal del abastecimiento a las poblaciones y la exención de toda clase de derechos por su aprovechamiento.
Las Leyes de aguas de 1866 y 1879 reforzaron el papel del Estado y limitaron los derechos de los propietarios privados. Al mismo tiempo que el Estado liberal fue cediendo a los Ayuntamientos competencias y responsabilidades relacionadas con los servicios públicos de modo que los gobiernos municipales pasaron a ser los responsables de la planificación, organización, coordinación, ejecución y control del abastecimiento de agua. Entre 1870 y 1924, un buen número de Ayuntamientos se encargaron de gestionar los servicios municipales, entre ellos el abastecimiento del agua.
En virtud de lo dispuesto en la Real Orden de 26 de abril de 1920, publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Segovia del lunes 10 de mayo de 1920, se abrió a información pública el proyecto de conducción de agua para el abastecimiento de la población de Sangarcía, perteneciente a la División Hidráulica del Duero, con el fin de que los ciudadanos alegaran lo que tuvieran por conveniente ante el Gobierno Civil.
Depósito regulador del proyecto.El proyecto de la traída de agua a Sangarcía se realizó por el Ingeniero D. José Benet. Sangarcía, situada en la campiña segoviana no disponía de un río cercano, sino que el agua procedía de pozos artesanos construidos en las casas arrieras, de modo que el vecindario que no disponía de fuente de suministro debía desplazarse y tomar el agua de determinadas fuentes: la Fuente Fina, la Fuente de la Serrazuela, mientras que los ganados abrevaban en las lagunas de la localidad, la charca de la Tejera, la del Arroyo y la del camino de Laguna Rodrigo, donde también se criaban parros y tencas. Las citadas fuentes estaban a la misma altura que el municipio de Sangarcía por lo que su agua no podía dirigirse por el efecto de la gravedad al pueblo. Sin embargo, había una posibilidad, la traída de las aguas de la Fuente del Caño situada en el camino hacia Cobos de Segovia, a través de una tubería con dos tramos de 800,03 metros y 318,63 metros, desde la Fuente del Caño hasta la fuente de la plaza de los Novillos, aprovechándose de un desnivel entre la fuente de origen del agua de 13 metros, lo cual requirió la construcción en el origen de una galería de captación, un depósito y la tubería de conducción.
Realizada la obra, la inauguración de la fuente tuvo lugar el 18 de diciembre de 1922, como recogía el Adelantado de Segovia en la sección Ecos de la provincia el 28 de diciembre de 1922, señalando los solemnes festejos. La víspera día 17, a la hora del toque de........
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