“Llamar a María”
En Venezuela se usa la expresión “llamar a María” cuando no se vislumbra ningún remedio a un problema. El dicho proviene, parece ser, del examen oral a un jefe de estación ferroviaria a principios del siglo XX. Tras una serie de preguntas de complejidad progresiva que pretendían saber su reacción ante a una hipotética colisión frontal de dos trenes en su estación, el ferroviario acabó respondiendo exhausto: “pues mire usted, yo, si me lo ponen ustedes tan complicado, llamaría a María”. Repreguntado por quién era María y para qué la llamaría dijo que era su esposa y que le diría: “María ven corriendo para que no te pierdas este choque de trenes que va a ser algo extraordinario”. “Llamar a María” es lo único que se puede hacer ante lo que se avecina tras las elecciones presidenciales en EE UU: el derrumbe político del moralismo progresista ha permitido que un convicto y lunático como Donald Trump vuelva a ser, por segunda vez, el hombre más poderoso del mundo.
Estas elecciones provocarán otro aldabonazo a la calidad democrática de la primera potencia, la cual venía deteriorándose desde hace unas tres décadas. Tras el derrumbamiento de la URSS, EE UU no sólo........
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